Aunque ya lo habia visto cuando era aun mas pequeñaja, en Cantabria y en Valencia, esta vez he conseguido que mis papas me lleven a la orilla y me dejen meter los piececillos en el agua. Que divertido ha sido jugar con las olas, aunque la verdad es que estaba un poco fría el agua. Estoy deseando ya que llegue el próximo verano porque mi papá me ha dicho que ya podré jugar en la orilla y bañarme un poco más.
Otro de mis grandes descubrimientos ha sido la arena de la playa. Aunque mi padre se ha pasado horas tratando de poner las toallas de forma que no me pringase demasiado yo he dedicado el mismo tiempo a buscar la arenita. Y es que es muy divertido llenarse los dedos de crema solar rebozada con arena, .....y además está bien rica, ummmm. 
Bueno, al final me he puesto morena y todo, así que ahora puedo volver a la guarde a chulear de bronceado ante mis compis.
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